Conversión e inversión filosófica
Todos los martes, desde no sé cuánto tiempo, a las 21 hrs en la estación de radio 102.5 de fm (mvs radio), se transmite un programa inusual que se denomina "Ética hoy" y es conducido por un sr. llamado Gerardo Martínez Cristerna. Me enteré de este programa por un volante que lo promocionaba; me pareció sospechoso y decidí escucharlo. Llevo haciéndolo varios martes y sigo intrigado por el autor que gestó tamaña idea.
Mi suspicacia era cada vez más estimulada porque, en ese programa de Ética, se escuchaban nombres como Platón, Aristóteles, Heidegger (sí, Heidegger en un programa de ética), Lévinas, Gadamer, etc., y, además, se podía oir que Martínez hablaba con invitados acerca de temas como "el otro", la importancia del medio ambiente, los valores, la economía y, naturalmente, la moral. Es decir, el programa era un espacio en la radio que versaba sobre temas filosóficos; este simple hecho lo torna inmediatamente sospechoso.
Pero, ¿quién es Gerardo Martínez Cristerna? Mi curiosidad (¡oh, pecado filosófico!) me condujo al sitio web del locutor en cuestión y a algunas noticias de períodicos de prestigio. Resulta que Martínez Cristerna es algo así como un hombre convertido al amor por la sabiduría. El sr. era un empresario, a quien, por cierto, Santa fe, en la Ciudad de México, le debe mucho. Este hombre, licenciado en Derecho por la UNAM, fue tocado por la filosofía una vez consumada su labor empresarial. Ha participado en varios coloquios tanto nacionales como internacionales y ha publicado varios libros. Si alguien se interesa más en este personaje, puede consultar aquí y acá.
Pues bien, resulta que Martínez Cristerna es de esas pocas almas que, a pesar de tener el éxito empresarial, cosa que casi todos consideran el motivo de la existencia, decidió abandonarlo en pos de su amor a la verdad y el apoyo a los otros; su fijación es la ética y ello, en principio, me parece encomiable. Desde luego, habría que revisar su obra para llevar a cabo una sensata crítica, que sería lo más cortés en el ámbito filosófico; pero independientemente de cuáles sean sus líneas, el hecho es que su programa radiofónico es de los pocos, poquísimos intentos por acercar la filosofía a un público muy amplio. Es posible que, como filósofo, yo no comparta su visión; pero también es verdad que puede considerarse como uno de los pocos focos donde la filosofía asoma su luz, en mayor o menor medida, en medio de un mundo cada vez más vertiginoso y demagógico.
Sinceramente, considero que su programa radiofónico podría llamar a invitados mejores y que los temas podrían ser tocados con mayor profundidad sin perder por ello la claridad expositiva. También me parece que la posibilidad de dialogar con gente que dentro del ámbito académico se dedica a la ética, daría un mayor empuje a la dinámica del mismo (aunque, también es cierto que a veces no es el programa sino los académicos quienes no quieren acercarse a los medios). Como sea, recomiendo que se escuche el programa (a mi juicio, podría ser mucho mejor) y que cada quien emita su juicio sobre lo que se trata ahí, y la forma de hacerlo de Martínez Cristerna. Para quienes no lo conocen, he aquí una foto simpática:
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